La estampación en frío es un método de transformación metálica para en la fabricación de piezas para diferentes industrias. Son varios los procesos en la estampación metálica para la producción de piezas.
Preparación
Una vez ya diseñadas las matrices y antes de iniciar la producción, se procede a la preparación del proceso. Para ello, se realizan las siguientes operaciones:
Preparación de la materia prima.
La materia prima se emplea, normalmente en bobinas, por lo que hay que proceder a cargarla en la devanadora.
También puede darse el caso de fabricaciones en las que el material se alimenta manualmente mediante pletinas o incluso chapa pre-cortada.
Preparación del sistema de alimentación.
El material que viene en bobinas, debe sufrir una etapa previa para ser enderezado y así poderse “empujar” contra la matriz o troquel que dará forma a la pieza en cuestión.
Los sistemas de alimentación tienen integrados enderezadores o aplanadores para dejar el material a procesar en condiciones óptimas de planitud.
Preparación de la matriz.
La matriz es una herramienta de alta precisión que se monta en una prensa de gran tonelaje. Compuesta por una parte inferior que se embrida a la bancada y por otra superior que se fija al cabezal de la prensa, es vital que esté debidamente alineada y ajustada para evitar que se dañe.
Proceso de estampado y conformado
Ahora que ya está todo preparado, procedemos a la fabricación en sí misma.
Durante la estampación y conformado, la chapa metálica se deforma y adquiere la forma para la que se diseñó la matriz.
Este proceso puede incluir operaciones como doblado, embutición, estirado, entre otros, dependiendo de la forma y características finales de la pieza.
La precisión y la uniformidad en el proceso son clave para garantizar la calidad de la estampación.
Inspección y control de calidad
Finalmente, la pieza estampada pasa por un proceso de inspección y control de calidad para garantizar que cumple con las especificaciones requeridas. Esto puede incluir pruebas de resistencia, dimensionales, de acabado superficial, entre otras. Cualquier defecto o imperfección se identifica y corrige antes de que la pieza se considere apta para su uso.
Acabado y tratamiento térmico
Una vez que la pieza metálica ha adquirido la forma deseada y es conforme, se procede al acabado y tratamiento térmico. En el acabado, se eliminan las rebabas y se realizan, si el cliente lo requiere, operaciones de pulido y limpieza para mejorar la apariencia y la calidad superficial de la pieza. En el tratamiento térmico, cuando se exige, se aplican temperaturas controladas y aditivos químicos para mejorar la resistencia, la dureza y otras propiedades mecánicas del metal.